El objetivo es estudiar, analizar y entender la contaminación de biosoportes en nuestras costas y buscar medidas preventivas para que no ocurra.

En 2007 los voluntarios de Surfrider notaron la presencia recurrente de cilindros de plástico en las playas del Golfo de Vizcaya. Después de la investigación, identificaron estos objetos como biosoportes: estructuras bacterianas utilizadas en el proceso de tratamiento de aguas residuales. Estos discos de varios milímetros de ancho permiten que los microorganismos se fijen, proliferen y digieran las materias en suspensión dentro del agua.

Surfrider se ha convertido en la ONG de referencia en este tema de la contaminación. Hemos visitado plantas de tratamiento de aguas residuales, hemos hablado con profesionales del sector y hemos pasado tiempo en el campo para entender cómo funcionan estas plantas que utilizan biosoportes. Nos ha permitido trabajar en un informe con recomendaciones que permitirán evitar que dicha contaminación se produzca de nuevo.